
El empresario brasileño Joesley Batista durante una intervención pública en Brasilia. (Foto: Instagram)
Joesley Batista, copropietario del gigante brasileño de procesamiento de carnes JBS, viajó recientemente a Caracas con el objetivo de persuadir al presidente venezolano, Nicolás Maduro, para que renuncie pacíficamente al poder. La información, divulgada por la agencia Bloomberg, señala que el empresario se reunió con Maduro el pasado 23 de noviembre, poco antes de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, realizara una llamada telefónica directa al mandatario venezolano solicitando su dimisión.
La visita de Batista se produce en un contexto de alta tensión entre Washington y Caracas. Aunque fuentes del gobierno estadounidense confirmaron estar al tanto del viaje, subrayaron que Batista actuó de manera independiente y no como emisario oficial. La empresa J&F S.A., holding de la familia Batista, también aclaró que Joesley no representa a ningún gobierno.
Maduro confirmó posteriormente la conversación telefónica con Trump, calificándola como un “paso importante” hacia el diálogo entre ambos países. La llamada se enmarca dentro de la creciente presión internacional sobre el régimen venezolano, en medio de una crisis económica y política que afecta gravemente a la región.
La relación comercial previa entre Batista y Venezuela, incluyendo un contrato de 2.100 millones de dólares (aproximadamente 1.930 millones de euros) para el suministro de carne y pollo durante una época de escasez alimentaria e hiperinflación, habría facilitado su papel como interlocutor. Dicho acuerdo fue negociado con el apoyo de Diosdado Cabello, actual ministro del Interior y figura clave del chavismo.
La iniciativa de Batista refleja un intento empresarial de mediar en una crisis geopolítica de gran envergadura, aunque sin respaldo oficial. La posibilidad de un canal informal de comunicación entre Trump y Maduro añade un nuevo matiz a las ya complejas relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela.


