Andriy Yermak, hasta ahora jefe de gabinete del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, durante un acto oficial antes de su destitución. (Foto: Instagram)
El gobierno de Ucrania anunció este viernes la destitución de Andriy Yermak, jefe de gabinete y principal asesor del presidente Volodymyr Zelensky. La decisión se produce tras una operación de búsqueda y registro llevada a cabo por la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Oficina del Fiscal Especializado Anticorrupción (SAPO), que tuvo lugar en el domicilio de Yermak.
Aunque no se han revelado detalles específicos sobre la investigación, las autoridades confirmaron que las acciones fueron autorizadas y forman parte de una investigación en curso. Yermak, por su parte, confirmó a través de su canal de Telegram que las autoridades contaban con su “total cooperación”.
El presidente Zelensky agradeció públicamente a Yermak por haber representado con fidelidad la posición ucraniana en las negociaciones internacionales y subrayó que no desea “rumores ni especulaciones” sobre lo ocurrido. También indicó que iniciará consultas para nombrar a un nuevo jefe de gabinete, afirmando que el país necesita “fuerza interna” en este momento.
Yermak no ha sido formalmente acusado de ningún delito hasta el momento. Sin embargo, su destitución se produce en un contexto de creciente presión sobre el gobierno ucraniano para fortalecer sus mecanismos de control y transparencia, especialmente tras las recientes investigaciones por corrupción en el sector energético.
A principios de noviembre, las agencias anticorrupción ucranianas comenzaron a investigar un presunto desvío de fondos por valor de aproximadamente 100 millones de dólares (unos 91 millones de euros) en la empresa estatal de energía nuclear Energoatom. Entre los implicados figuran antiguos empleados de la compañía y un exsocio de Zelensky, Timour Minditch.
Esta serie de escándalos ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en un momento en que Ucrania busca mantener el respaldo de sus aliados occidentales, incluida la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su lucha contra la invasión rusa.
