Un vídeo publicado por el sitio WebMD ha captado la atención en redes sociales al mostrar, de forma visual y educativa, cómo se desarrolla la visión de los bebés durante sus primeros meses de vida. La simulación comienza desde el nacimiento, cuando los ojos están aún en una fase muy inicial de funcionamiento, limitando severamente la percepción visual del recién nacido.
En los primeros días, los bebés ven mejor lo que está en los laterales que lo que está directamente frente a ellos, ya que su visión central es muy débil. El vídeo ilustra esta etapa con imágenes borrosas, en las que incluso los rostros de los padres aparecen como formas sin definición. A partir de las dos semanas, los bebés empiezan a distinguir mejor los contrastes entre claro y oscuro, y muestran interés por colores más vivos, aunque todavía no ven con nitidez.
Al cumplir un mes, ya son capaces de enfocar brevemente el rostro de quien los sostiene, aunque se fatigan rápidamente con estímulos visuales intensos. Entre los cinco y ocho meses, se produce un cambio importante: los bebés comienzan a reconocer visualmente a sus padres y cuidadores, sin necesidad de apoyarse en otros sentidos como el olfato o el oído. En esta etapa también se desarrolla la percepción de profundidad y la noción de distancia.
A partir de los nueve meses, la visión se vuelve más precisa, permitiéndoles manipular objetos con mayor destreza y moverse con más seguridad, como al gatear. El vídeo ha generado una oleada de reacciones en redes sociales, desde comentarios divertidos hasta testimonios de padres que comparten sus experiencias sobre el desarrollo visual de sus hijos.
Algunos usuarios cuestionaron ciertos aspectos de la simulación, afirmando que sus hijos reconocieron rostros antes de lo mostrado. Otros aprovecharon para bromear sobre la decoración de sus casas, señalando que los ambientes con colores neutros podrían no ser tan estimulantes para los bebés como se pensaba.
El contenido ha servido para visibilizar un aspecto poco discutido: el complejo y gradual proceso por el cual se desarrolla la visión infantil, muchas veces ignorado por los adultos.


