Erica Hay, una británica de 53 años y madre de tres hijos, vivió una experiencia traumática tras ser diagnosticada erróneamente con cáncer de pulmón en septiembre de 2020. Atendida en el hospital Doncaster Royal Infirmary, en el Reino Unido, los médicos interpretaron una masa detectada en su pulmón como un tumor maligno, lo que llevó a una cirugía invasiva en la que se le extirpó parcialmente el órgano afectado.
Dos semanas después del procedimiento, nuevas pruebas revelaron que la masa era en realidad una consecuencia de una neumonía, y no un cáncer. El error médico dejó a Erica con secuelas físicas graves, como dolores crónicos y dificultades respiratorias, además de un fuerte impacto emocional.
El hospital reconoció el fallo en el diagnóstico y anunció que se ha realizado una investigación interna para esclarecer el caso y evitar que se repitan situaciones similares. Asimismo, se han implementado nuevas medidas de control y revisión diagnóstica.
Erica, profundamente afectada por lo ocurrido, ha decidido compartir su historia con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de buscar una segunda opinión médica ante diagnósticos graves. Subraya que su vida cambió drásticamente tras la operación innecesaria y que aún lidia con las consecuencias físicas y psicológicas del error.
Expertos en salud señalan que, aunque estos casos son poco frecuentes, ponen de manifiesto la necesidad de aplicar protocolos estrictos de confirmación antes de proceder con intervenciones quirúrgicas mayores.


