Katelyn Bonacasa, una mujer de 29 años de Long Island (Nueva York), vivió una odisea médica al notar cambios drásticos en su cuerpo que fueron sistemáticamente ignorados por profesionales de la salud. Todo comenzó con enrojecimiento e hinchazón en el rostro, síntomas que fueron atribuidos a acné hormonal y efectos del posparto. Sin embargo, su estado empeoró: aumento de peso repentino (unos 14 kg), fatiga extrema, caída de cabello, aparición de vello facial y hematomas sin causa aparente.
A pesar de insistir en que algo no estaba bien, los médicos minimizaron sus síntomas, asegurándole que eran “normales en mujeres”. Incluso un endocrinólogo descartó cualquier problema tras un simple análisis de tiroides. Frustrada por la falta de respuestas, Katelyn decidió investigar por su cuenta y descubrió que sus síntomas coincidían con la enfermedad de Cushing, causada por un exceso de cortisol.
Tras exigir nuevos análisis, se confirmó que sus niveles de cortisol eran entre tres y cuatro veces superiores al rango normal. Un examen de orina mostró un valor de 720 (cuando lo esperado es entre 3 y 45). Una resonancia magnética reveló un tumor de 1,5 cm en la hipófisis, glándula situada en la base del cerebro. En solo ocho semanas, fue operada con éxito.
Katelyn atribuye su recuperación a su determinación y confianza en sí misma. Ahora, con 30 años, utiliza TikTok para concienciar sobre diagnósticos erróneos y la importancia de escuchar el propio cuerpo. Recibe cientos de mensajes de personas que se sienten identificadas con su historia. “Un tumor de 1,5 cm en la hipófisis me destruyó, pero también me enseñó a luchar. Esto también pasará”, concluye.


