Niamh, una joven de 25 años de Manchester, descubrió que padecía una grave afección cardíaca gracias a las alertas de su reloj inteligente Apple Watch. Todo comenzó en el verano de 2023, cuando decidió mejorar su condición física siguiendo el plan de entrenamiento “Couch to 5k” para acompañar a su pareja en maratones. A pesar de acudir regularmente al gimnasio, notó que no podía correr ni un kilómetro sin quedarse sin aliento. Fue entonces cuando su Apple Watch comenzó a enviarle notificaciones por frecuencia cardíaca elevada, las cuales inicialmente ignoró.
Durante una carrera con su padre, su frecuencia cardíaca alcanzó los 170 latidos por minuto tras solo cinco minutos de ejercicio. Alarmado, su padre contactó con los médicos, quienes recomendaron acudir de inmediato al hospital. Tras una semana con un monitor cardíaco, Niamh fue diagnosticada con taquicardia, y poco después, con insuficiencia cardíaca leve.
Dos semanas más tarde, descubrió que estaba embarazada, lo que aumentó su preocupación por su salud y la del bebé. En abril de 2025, los médicos realizaron una cesárea de emergencia para dar a luz a su hija, Mable. Posteriormente, Niamh fue diagnosticada con cardiomiopatía dilatada, una condición que agranda el músculo cardíaco y limita su capacidad de bombeo.
Actualmente, Niamh vive con restricciones físicas importantes, como fatiga y dificultad para caminar a ritmo normal. A pesar de no poder llevar una vida típica para su edad, ha adaptado su rutina para centrarse en su bienestar y el cuidado de su hija. Ha dejado de consumir alcohol y evita actividades extenuantes. La joven agradece al Apple Watch por haberle salvado la vida y también la de su hija, destacando la importancia de prestar atención a las señales del cuerpo y a la tecnología que puede ayudarnos a detectarlas.
