Emily Hausman, una mujer de 42 años natural de Utah (Estados Unidos), vivió una montaña rusa emocional al cumplir su sueño de ser madre en solitario y, semanas después del parto, recibir el devastador diagnóstico de un melanoma metastásico en fase IV.
En 2024, tras años centrada en su carrera en Nueva York, Emily optó por la fertilización in vitro con donante de esperma para formar una familia. En mayo de 2025 nació su hijo Ezekiel mediante cesárea. Sin embargo, la felicidad se vio rápidamente truncada. Apenas tres semanas después del nacimiento, fue hospitalizada por complicaciones médicas. Fue entonces cuando notó un endurecimiento en uno de sus senos. La biopsia confirmó la presencia de un cáncer avanzado que ya se había extendido a los ganglios linfáticos, la mama y posiblemente el páncreas.
El tratamiento con inmunoterapia comenzó en septiembre, y los estudios genéticos revelaron una mutación BRAF, lo que abre más posibilidades terapéuticas aunque sin garantía de cura. Durante el embarazo, Emily también enfrentó la pérdida de su empleo y problemas de salud, lo que la llevó a regresar a Utah en busca del apoyo familiar.
A pesar del diagnóstico, Emily encuentra fuerza en su hijo. “Ver su carita cada mañana me mantiene firme. Es una alegría, no solo para mí, sino para muchas personas”, declaró. El respaldo de su familia ha sido esencial, sobre todo para sobrellevar las noches en vela combinadas con las sesiones de tratamiento.
Su historia conmovió a miles en las redes sociales. Un vídeo en TikTok se volvió viral, alcanzando millones de visualizaciones y permitiéndole recaudar cerca de 93.000 euros en donaciones (equivalente a 100.000 dólares estadounidenses) para cubrir los gastos médicos. Actualmente, cuenta con más de 150.000 seguidores que le brindan apoyo constante.
Emily continúa luchando con esperanza, centrada en disfrutar cada instante con su hijo. “Él es la razón por la que sigo adelante”, afirmó con emoción.