La Justicia de los Estados Unidos ha ordenado una indemnización de $ 205 millones de dólares (aproximadamente € 191 millones de euros) a la familia de Wongel Estifanos, una niña de 6 años que perdió la vida en septiembre de 2021 tras caer de una atracción en el parque Glenwood Caverns Adventure Park, en Colorado. El incidente ocurrió en el juego “Haunted Mine Drop”, que simula una caída libre en un pozo subterráneo. Wongel fue expulsada del asiento durante la bajada y cayó desde una altura de 33 metros, falleciendo en el acto.
Investigaciones posteriores revelaron que la menor no estaba correctamente asegurada. Empleados sin experiencia reiniciaron el sistema de seguridad, permitiendo el funcionamiento del juego aunque Wongel estaba sentada sobre los cinturones, sin estar abrochados. Además, se descubrió que la empresa fabricante del juego, Soaring Eagle, ya tenía conocimiento de fallos previos en el sistema de sujeción, pero no los comunicó.
El jurado responsabilizó tanto al parque como al fabricante, fijando $ 82 millones de dólares (aproximadamente € 76 millones de euros) por daños no económicos y $ 123 millones de dólares (unos € 115 millones de euros) por daños punitivos. El parque declaró que la sentencia pone en peligro su futuro y culpó en parte a Soaring Eagle por no haber advertido de los riesgos.
Tras la tragedia, el parque contrató ingenieros externos para rediseñar la atracción y anunció cambios en 2022. El caso de Wongel Estifanos ha generado un debate global sobre la seguridad en parques de atracciones y ha subrayado la necesidad de una supervisión más estricta y una mayor responsabilidad por parte de operadores y fabricantes.