

Mia O’Brien, una joven británica de 23 años, natural de Liverpool y estudiante de Derecho, ha sido condenada a cadena perpetua en Emiratos Árabes Unidos tras verse implicada en un incidente que aún no ha sido esclarecido del todo. La sentencia, que en Emiratos suele equivaler a 25 años de reclusión, fue dictada sin que las autoridades locales hayan revelado oficialmente el motivo de la condena.
Se especula que Mia podría estar vinculada a delitos graves como tráfico o tenencia de drogas, homicidio, tentativa de homicidio, trata de personas o incluso terrorismo. La joven fue trasladada recientemente a una prisión central en Dubái, y su familia se encuentra en estado de conmoción ante la dureza de la pena.
La madre de Mia, Danielle, declaró que no ve a su hija desde octubre y que esta atraviesa un momento extremadamente difícil. Para intentar ayudar, la familia lanzó una campaña de recaudación de fondos en línea, que logró reunir unos € 880 euros antes de ser retirada por razones desconocidas.
Descrita como una estudiante aplicada, Mia se habría, según su madre, relacionado con personas equivocadas y cometido un error “muy estúpido”. El caso ha tenido gran repercusión en la prensa británica y motivó la reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth del Reino Unido. Un portavoz confirmó que están prestando asistencia a la familia y en contacto con las autoridades emiratíes.
Este episodio reaviva el debate sobre la severidad de las leyes en Emiratos, especialmente en lo que respecta al tráfico y posesión de drogas, que pueden acarrear castigos muy duros, incluida la pena de muerte. El gobierno británico ya había advertido a sus ciudadanos sobre los riesgos de portar cualquier sustancia ilícita al visitar el país.