Piotr Szczerek, un ejecutivo polaco, ha provocado una oleada de críticas tras ser captado en vídeo arrebatando un gorro que el tenista Kamil Majchrzak había lanzado como obsequio a un niño durante el US Open. El incidente, ampliamente difundido en redes sociales, generó indignación por lo que muchos consideraron un comportamiento inapropiado y egoísta por parte del empresario.
En su primera declaración pública, Szczerek confirmó los hechos y trató de justificarse: “Sí, lo cogí. Lo hice rápidamente. Así es la vida: el que llega primero, se lo lleva”, declaró al medio Yahoo Entertainment. Sin embargo, lejos de disculparse, adoptó una postura desafiante, minimizando la gravedad del acto y advirtiendo que podría emprender acciones legales contra quienes lo insultaron en redes sociales.
Su actitud ha sido duramente criticada por usuarios de internet, quienes lo calificaron de “idiota” y “cobarde”, acusándolo de dañar la imagen de la empresa que representa. Un comentario muy compartido resumió el sentimiento general: “Solo un cobarde idiota le quitaría un gorro a un niño”.
A pesar del revuelo, la historia tuvo un desenlace positivo para el niño, identificado como Brock. El tenista Kamil Majchrzak, al darse cuenta de que el regalo no había llegado a su destinatario, utilizó sus redes sociales para localizar al niño. Finalmente, el sábado 30 de agosto, publicó un vídeo en el que aparece entregándole personalmente un nuevo gorro a Brock, gesto que fue ampliamente celebrado por los aficionados.
Este episodio ha reabierto el debate sobre la responsabilidad de las figuras públicas y el comportamiento ético en eventos deportivos, donde la deportividad y el respeto deberían prevalecer. Además, pone de manifiesto el poder de las redes sociales para amplificar actos de injusticia, pero también para propiciar gestos de reparación y solidaridad.