Greg Smith, un entrenador personal de 25 años en Orlando, Estados Unidos, ha conmovido a miles de personas tras compartir en redes sociales su historia con Amy Joe, una mujer en situación de calle que no sabe leer. Smith conoció a Amy al cruzarse con ella casi a diario en su camino al trabajo. A pesar de su situación, ella nunca le pidió dinero, sino que lo saludaba con amabilidad y bendiciones, lo que despertó su interés.
Durante sus conversaciones, Amy le confesó que nunca aprendió a leer, lo que le ha impedido conseguir empleo. Impactado por su historia, Smith decidió dedicar sus almuerzos de los martes a enseñarle a leer. Comenzó a llevar libros de la biblioteca y a pasar tiempo con ella cada semana. Amy también se lleva los libros para practicar por su cuenta.
La historia, compartida por Smith en Facebook, se viralizó rápidamente. Él aclaró que su intención no era buscar reconocimiento, sino motivar a otros a ayudar a quienes tienen cerca. “Ayudar a alguien puede ser tan simple como sonreír y decir hola”, dijo en una entrevista.
El impacto fue tan grande que Smith creó la “Amy Joe Foundation”, con el objetivo de recaudar 10.000 dólares (aproximadamente 9.200 euros) para apoyar a Amy y a otras personas en situaciones similares. La fundación pretende ofrecer no solo enseñanza, sino también ayuda con comida, ropa y otras necesidades básicas.
Esta historia ha sido un ejemplo inspirador de empatía y acción comunitaria, demostrando cómo un pequeño gesto puede cambiar vidas.