En agosto de 2022, Zoe, una niña brasileña de tan solo 11 meses, sufrió un ataque devastador por parte del perro de su propia familia en Doverlândia, Goiás. El animal, que había convivido pacíficamente con la familia desde el embarazo de Maryanna Claudino, la madre de Zoe, mordió inesperadamente a la pequeña durante un momento de juego. El ataque le causó la pérdida del maxilar, 12 dientes, y una gran cantidad de tejidos blandos y óseos.
Maryanna presenció el ataque y relató el horror del momento: el maxilar de su hija quedó apenas sostenido y, aunque se intentó una reconstrucción, el tejido necrosó y tuvo que ser retirado. Desde entonces, Zoe ha pasado por dos cirugías reconstructivas y ha sido atendida por especialistas en cirugía bucomaxilofacial y ortopedia facial.
En mayo de 2025, Zoe recibió una prótesis que no solo mejoró significativamente su función oral, sino también su apariencia estética. Según su madre, la niña volvió a sonreír de una forma que parecía imposible antes. Esta prótesis también ha tenido un impacto emocional positivo: Zoe ha comenzado a aceptar su imagen con más naturalidad, superando las dudas y preguntas que tenía desde finales de 2024 sobre por qué era diferente.
A pesar de los avances, el proceso de recuperación continúa. Cuando cumpla cinco años, los médicos planean realizarle un injerto óseo para seguir con la reconstrucción facial.
Maryanna asegura que la experiencia ha transformado profundamente su visión de la vida. Dice haber desarrollado una mayor empatía hacia los demás y afirma haber sentido un fuerte apoyo espiritual durante las semanas que su hija estuvo hospitalizada, describiendo la experiencia como un momento en el que sintió que “Jesús la cargaba en brazos”.
La historia de Zoe es un testimonio de resiliencia, amor maternal y avances médicos que permiten devolver la esperanza y la sonrisa incluso en los casos más difíciles.
