Helen Green, una turista británica de 45 años, vivió una experiencia insólita al dar a luz en el baño del hotel donde se hospedaba, sin saber que estaba embarazada. Durante un viaje en familia, Helen se despertó por la noche con dolores abdominales y, al ir al baño, sintió la necesidad de hacer fuerza. Para su sorpresa, acabó dando a luz a una niña, Olivia, de 3,6 kilos.
Su marido, Mike, también de 45 años, la encontró abrazando al bebé recién nacido. La pareja, residente en Canadá y acompañada por su hija Darcy, de 6 años, tuvo que permanecer varias semanas en el destino turístico para obtener la documentación necesaria para la recién nacida, incluyendo el certificado de nacimiento y el pasaporte.
Helen asegura que no tuvo ningún indicio de embarazo: continuó menstruando durante los nueve meses, no notó cambios físicos ni alteraciones en su rutina diaria. Trabajaba, hacía ejercicio, comía lo mismo y vestía la misma ropa. La situación sorprendió incluso a los médicos que la atendieron tras el parto.
El nacimiento inesperado generó un gasto adicional de aproximadamente 9.000 libras esterlinas, que equivalen a unos 10.500 euros. Afortunadamente, la mayor parte de ese coste será cubierta por el seguro de viaje de la familia.
Helen, originaria de Bristol, describió el suceso como un “choque enorme”, pero también como una “sorpresa adorable”. Afirmó que Olivia “simplemente apareció” y que ahora siente que su familia está completa.