Gail Lane, una mujer de 75 años residente en Victoria, Canadá, ha vuelto a ver tras pasar una década completamente ciega debido a una enfermedad autoinmune que causó cicatrices en sus córneas. La recuperación de su visión fue posible gracias a una cirugía pionera conocida como “diente-en-el-ojo”, cuyo nombre técnico es ceratoprótesis osteo-odontoqueratoprótesis.
El procedimiento, realizado en el Mount Saint Joseph Hospital de Vancouver por el Dr. Greg Moloney, consiste en dos fases. En la primera, se extrae un diente del propio paciente y se implanta en la mejilla para que se integre con el tejido conjuntivo. Meses más tarde, este diente es retirado, se le incorpora una lente óptica en el centro y se implanta en el ojo, reemplazando la córnea dañada. La elección del diente se debe a su alta compatibilidad biológica, lo que reduce el riesgo de rechazo, a diferencia de los materiales artificiales.
Gail fue una de las primeras personas en Canadá en someterse a esta técnica en febrero de este año. Desde la operación, ha experimentado una recuperación gradual de su visión, describiendo momentos conmovedores como ver por primera vez a su perra Piper o el rostro de su pareja, con quien mantiene una relación desde antes de perder la visión.
Aunque su vista aún no está completamente restaurada, Gail celebra cada pequeño logro y tiene la esperanza de lograr una mayor autonomía, como poder caminar sola o mirarse al espejo. Se espera que unos lentes especiales le ayuden aún más en este proceso de rehabilitación visual.
Este caso representa un avance significativo para la medicina canadiense y ofrece esperanza a personas que sufren ceguera por daños irreversibles en la córnea. La cirugía, aunque compleja, demuestra cómo la innovación médica puede cambiar vidas y devolver la luz a quienes vivían en la oscuridad.