Julie McFadden, enfermera especializada en cuidados paliativos en California con 16 años de experiencia, ha compartido sus observaciones sobre los últimos momentos de vida de sus pacientes, desmitificando la imagen cinematográfica de muertes dramáticas. Según ella, el proceso suele ser tranquilo, cargado de significados sutiles y profundamente humanos.
Uno de los fenómenos más sorprendentes que ha presenciado es la aparente capacidad de algunos pacientes de “elegir” el momento de su muerte. Muchos expresan el deseo de partir después de eventos significativos como cumpleaños o bodas, y en numerosos casos, esto se cumple incluso sin señales clínicas de muerte inminente.
Julie ha identificado cuatro frases que se repiten con frecuencia en los momentos finales:
1. “Gracias” – una expresión de gratitud hacia la vida o quienes los rodean.
2. “Perdono” – una liberación emocional de viejos resentimientos.
3. “Por favor, perdóname” – un intento de reconciliación antes de partir.
4. “Adiós” – una despedida serena y consciente.
También es común que los pacientes hablen con familiares ya fallecidos o expresen amor con naturalidad. Otro fenómeno observado es la regresión lingüística: personas bilingües tienden a volver a hablar su lengua materna, incluso tras décadas sin utilizarla.
Una frase recurrente es “quiero ir a casa”, que rara vez se refiere al hogar físico. En cambio, alude a un anhelo espiritual de paz o transición. Expresiones como “tengo que hacer las maletas” o “es hora de mi viaje” son habituales.
Julie también destaca los arrepentimientos más comunes entre sus pacientes. Muchos lamentan no haber valorado su salud. Los hombres suelen arrepentirse de haber dedicado demasiado tiempo al trabajo, mientras que las mujeres tienden a lamentar haber estado demasiado preocupadas por su apariencia y no haber aceptado más sus cuerpos.
Estas experiencias ofrecen una perspectiva íntima y reconfortante de la muerte como un proceso natural, lleno de humanidad, reconciliación y significado. Lejos del dramatismo, los últimos momentos pueden ser una oportunidad para conectar con lo esencial de la vida.
