Paloma Matos, una técnica en radiología de 33 años originaria de Atibaia (São Paulo, Brasil), ha protagonizado una historia médica poco común y esperanzadora. Nacida con útero didelfo, una rara condición en la que una mujer tiene dos úteros, siempre le dijeron que sería muy difícil que pudiera quedarse embarazada. Sin embargo, en 2013, tras seis meses de intentos, logró su primera gestación. Su hijo, Pedro Jair, nació prematuramente con 33 semanas, el 20 de octubre de ese año, y hoy tiene 11 años.
Más de una década después, en septiembre de 2024, Paloma recibió una impactante noticia: estaba embarazada de gemelos, con un bebé en cada útero, cada uno con su propia placenta y bolsa amniótica. En el primer ultrasonido solo apareció un feto, pero una semana después se confirmó el segundo. Su marido incluso pensó que había editado la imagen por incredulidad.
El embarazo fue seguido de cerca por especialistas, pero se desarrolló sin complicaciones mayores. Paloma trabajó hasta el séptimo mes y luego guardó reposo. El 13 de abril, tres días antes de la fecha prevista para el parto, comenzó a sentir contracciones intensas y rompió aguas. Fue trasladada de urgencia a un hospital en Bragança Paulista, equipado para atender a recién nacidos en condiciones delicadas.
En el quirófano, los médicos descubrieron que uno de los bebés tenía cinco vueltas del cordón umbilical en el cuello y estaba posicionado bajo una costilla. Ravi Lucca nació primero, requirió reanimación y fue ingresado en la UCI Neonatal. Su hermana, Maria Eduarda, nació después y fue llevada al área de neonatos sin complicaciones. Paloma, que nunca había pasado por una cesárea, describió el momento como uno de los más duros y aterradores de su vida. Afortunadamente, ambos bebés se están recuperando favorablemente.