Megan Meyer, de 25 años, vive en California (EE. UU.) con su prometido, su exmarido y sus dos hijos. Esta inusual configuración familiar comenzó tras el fin de su matrimonio con Tyler, con quien tuvo a su primera hija. Tiempo después, Megan retomó el contacto con Michael, su amor de adolescencia, con quien formó una nueva familia. Para facilitar la crianza compartida, Tyler se mudó a la misma casa.
“Sé que a la gente le parece raro. Pero para nosotros, tiene todo el sentido. Mi hija vive con su padre, mi prometido se lleva genial con él y nuestros dos hijos crecen rodeados de apoyo”, explicó Megan en una entrevista con el portal Today.
El divorcio con Tyler se produjo en septiembre de 2023, cuando Megan vivía alejada de su familia. Al regresar a su ciudad natal, se reencontró con Michael y poco después quedó embarazada de su segundo hijo. Fue entonces cuando Tyler propuso mudarse para estar más cerca de su hija. La idea de compartir todos la misma vivienda surgió poco tiempo después.
En julio de 2024, los tres se trasladaron a una casa de cuatro dormitorios, y Tyler comenzó a vivir en un garaje acondicionado. “Al principio fue difícil. Estaba con las hormonas del posparto, dolida por el final del matrimonio…”, confesó Megan. Con el tiempo, sin embargo, la convivencia se volvió más armoniosa. Hoy en día comparten las tareas del hogar, los gastos y el cuidado de los niños.
“No somos una relación poliamorosa, como muchos piensan en TikTok. Michael es mi prometido y nos casamos a final de mes. Y Tyler está en una nueva relación. A su novia le encanta la forma en que cuidamos los unos de los otros”, aclaró.
Megan admite que no todos comprenden este modelo de familia. “Algunas personas creen que no es bueno para los niños. Pero nuestra hija tiene a su madre y a su padre viviendo juntos, aunque ya no estén casados. Y todos nos llevamos bien. ¿Qué puede haber más sano que eso?”, planteó.
De cara al futuro, el trío sueña con construir un “complejo familiar”, con espacios separados pero cercanos. “Queremos demostrar que una familia feliz puede tener mil formas. Esta es la nuestra, y no la cambiaría por nada”, aseguró.
Al final, Megan resume el secreto de esta convivencia con una frase sencilla pero poderosa: “Amor, confianza y respeto. Eso es lo que lo sostiene todo, sin importar cuántas habitaciones o cuántos padres haya en casa”.