







Heithor Valentim Simas, un niño de tan solo 8 años, ha conquistado los tatamis de Brasil y del mundo con su destreza en el Jiu-Jitsu. Vecino de Guabiruba, en el estado de Santa Catarina, fue diagnosticado con autismo y comenzó en el deporte a los 5 años por recomendación médica. Tres años después, es conocido como “The Flash” por la velocidad con la que gana sus combates: ya ha acumulado más de 50 medallas y cuatro premios por finalizaciones más rápidas, algunas en apenas 3 segundos de lucha.
El deporte fue sugerido por un neurólogo como herramienta para ayudar a Heithor a controlar la ansiedad y la agresividad, además de fomentar su socialización. Al principio probó con la natación, pero fue al ver entrenar a su hermano mayor que se enamoró del Jiu-Jitsu. Su padre, Jeferson Simas, también se sumó a los entrenamientos con sus hijos y asegura que la práctica ha transformado el comportamiento del pequeño. “Está más tranquilo, disciplinado y ha aprendido a gestionar mejor sus emociones”, afirmó.
Desde entonces, Heithor entrena en el centro C.T. Valter Gomes, en la ciudad de Brusque, bajo la supervisión del profesor Halley Schaefer. Ya ha participado en 54 torneos y ha obtenido logros destacados, como dos medallas de plata en el Mundial, títulos sudamericanos y estatales, además del bicampeonato brasileño en las categorías Gi y No Gi. En total, ha ganado 37 medallas de oro en campeonatos estatales.
El apodo de “The Flash” le fue dado por la impresionante rapidez con la que finaliza sus combates. En varias ocasiones, ha logrado la victoria en menos de 15 segundos. Uno de los vídeos de sus fulminantes victorias se hizo viral en redes sociales, conquistando a aficionados y practicantes del deporte.
Fuera de los tatamis, Heithor lleva una vida como la de cualquier niño: le gusta nadar, montar en bicicleta y jugar con sus amigos. Según su padre, también disfruta enormemente del ambiente competitivo y de las amistades que forja en los torneos. “Valora mucho el entorno de las competiciones y le encanta hacer nuevos amigos”, concluyó Jeferson.