Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní nacido en 1945, se hizo mundialmente conocido por haber vivido durante aproximadamente 18 años en el Aeropuerto Charles de Gaulle, en París. Su insólita historia inspiró la película “La Terminal” (2004), protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Steven Spielberg. Sin embargo, la realidad de Nasseri fue mucho más dura que la ficción.
En 1988, a los 43 años, Nasseri comenzó a vivir en el aeropuerto tras alegar que le habían robado sus documentos de refugiado. Sin papeles válidos, no podía ingresar legalmente a Francia ni viajar a otro país, quedando atrapado en un limbo legal. Adoptó el nombre “Sir Alfred” tras un error de inmigración en el Reino Unido y se adaptó a la vida en el terminal: se lavaba en los baños públicos, se alimentaba con donaciones y comidas del McDonald’s, y pasaba los días leyendo y escribiendo.
En 1999, las autoridades le autorizaron a salir, pero él se negó, al no aceptar documentos que lo identificasen como iraní. Según un médico que lo trató, “se había fosilizado allí, tenía miedo del mundo exterior”.
La productora DreamWorks compró los derechos de su historia por unos 250.000 dólares (aproximadamente 230.000 euros), lo que permitió llevar su vida a la gran pantalla. Antes de eso, su caso ya había sido objeto de varios documentales.
Nasseri obtuvo el estatus de refugiado en Bélgica en 1981 y durante años viajó legalmente por Europa. Sin embargo, al intentar entrar en el Reino Unido en 1988, fue rechazado por falta de documentación y regresó a Francia, donde comenzó su odisea en el aeropuerto.
En 2022, Nasseri volvió voluntariamente al Charles de Gaulle. El 12 de noviembre de ese mismo año, falleció de un ataque cardíaco en el terminal 2F, a los 76 años. Según testigos, llevaba consigo sus pertenencias y escritos, como si nunca hubiese abandonado del todo ese lugar que durante años fue su hogar.
