Un estudio reciente publicado en la revista científica Animal Cognition ha revelado que los caballos son capaces de distinguir emociones humanas, específicamente entre la alegría y la tristeza, a través de expresiones faciales y tonos de voz. La investigación fue llevada a cabo por un equipo internacional de científicos del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente (INRAE) y la Universidad de Tours en Francia, así como la Universidad de Turku, en Finlandia.
Durante el experimento, los caballos fueron expuestos a imágenes y grabaciones de voz de personas manifestando distintas emociones. Los resultados mostraron que los animales mostraban mayor interés y signos de excitación ante expresiones felices, mientras que reaccionaban de forma más neutra o contenida ante señales de tristeza. Además, los investigadores monitorizaron la frecuencia cardíaca de los caballos como indicador fisiológico de sus respuestas emocionales.
Plotine Jardat, autora principal del estudio, subrayó la relevancia del hallazgo al explicar que la tristeza es una emoción de baja activación, lo que la hace más difícil de detectar en comparación con otras emociones más intensas como la ira o la alegría. Que los caballos sean capaces de percibir esta sutileza sugiere un nivel notable de sensibilidad emocional y cognitiva.
Este descubrimiento refuerza la idea de que los caballos, además de ser animales sociales e inteligentes, poseen habilidades empáticas que pueden resultar especialmente útiles en contextos como la equinoterapia. La investigación también abre nuevas vías para el estudio de la comunicación emocional entre humanos y animales, y cómo estas interacciones pueden beneficiar el bienestar de ambos.
