Mallory Wilkerson, de 26 años, fue diagnosticada con el síndrome de Guillain-Barré después de perder el movimiento corporal en cuestión de días y necesitar ser intubada. El momento en que pudo decir «te quiero» a su hijo por primera vez desde el diagnóstico conmovió a miles de personas en las redes sociales.
La residente de Carrollton, Kentucky, contó que todo comenzó con un simple hormigueo en las manos y los pies. En pocos días, ya tropezaba, se atragantaba con la comida y perdió por completo el movimiento corporal. “Estaba muy confundida y asustada por lo que le estaba pasando a mi cuerpo”, dijo a People.
La rápida evolución de su estado la llevó a la parálisis completa. “Estaba alerta todo el tiempo, así que era muy aterrador no poder moverme, hablar o respirar por mí misma. Sentía un dolor insoportable”, contó Wilkerson.
Intubada y trasladada a cuidados intensivos en Atlanta, comenzó sesiones con inmunoglobulina y plasmaféresis. Poco a poco, recuperó el movimiento en la parte superior del cuerpo y, más tarde, en las piernas y los pies. En diciembre, con ayuda, logró dar sus primeros pasos. “Me aseguré de inscribirme en todas las actividades extra que pude para seguir progresando”, dijo.
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Madre de un niño de 5 años, cuenta que la separación de su hijo fue una de las etapas más difíciles. “Fue un reto mental y físico no poder cuidar de él y hacer las cosas que hacía con él”, dijo. Aun así, el niño se convirtió en su mayor apoyo: “Me abrazaba, me daba de comer, me empujaba en la silla de ruedas. Me mantuvo ocupada y me ayudó a progresar cada día”.
El momento más memorable de la recuperación fue cuando logró comunicarse verbalmente con su hijo después de meses. “Pude decirle que lo amo. Vaya, qué sensación increíble y abrumadora tuve al poder decirle eso después de meses sin poder hacerlo”, expresó.
El vídeo de este reencuentro, publicado en TikTok, superó las 570 000 visualizaciones y emocionó a la madre: “Me alegró mucho que esto haya conmovido a tanta gente. Es fácil subestimar las cosas, y el vídeo me recuerda que no debo subestimar la posibilidad de decirle a la gente que la quiero”.
A pesar de los avances, Mallory todavía se enfrenta a limitaciones. “Todavía no siento nada en los pies y sigo teniendo parálisis facial. Tener parálisis facial ha sido realmente horrible, especialmente cuando llega el momento de hacer fotos con la familia y los amigos, y no puedo sonreír como antes”, reveló.
A pesar de los retos, afirmó: “Me ha enseñado mucho y ahora tengo una perspectiva totalmente nueva de la vida. Volvería a hacerlo todo si eso significara cambiar la perspectiva de una persona. Me siento muy bendecida por que Dios me haya elegido para tener este gran testimonio”.