Las tres hermanas, de cinco, ocho y nueve años, halladas sin vida la semana pasada en el condado de Chelan, estado de Washington, fallecieron por asfixia. Una autopsia preliminar confirmó esta causa de muerte.
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Documentos judiciales citados por NBC News revelan detalles escalofriantes del crimen. Las niñas, presuntamente asesinadas por su propio padre, aparecieron atadas con bridas plásticas y bolsas en sus cabezas. El hallazgo ocurrió en una zona remota del estado.
El principal sospechoso, Travis Decker, de 32 años, continúa fugitivo. El sheriff del condado de Chelan, Mike Morrison, declaró en rueda de prensa el miércoles pasado que las niñas constituyen la “motivación” para las intensas búsquedas del sospechoso.
Búsqueda intensiva del sospechoso
Decker, exmilitar, enfrenta cargos por homicidio y secuestro. Las autoridades ofrecen una recompensa de 20 mil dólares (aproximadamente 100 mil reales) por información que conduzca a su captura.
Según el sheriff, Decker posee historial de interés en actividades al aire libre además de conocimientos de supervivencia en la naturaleza. Estas habilidades complican significativamente su localización.
La madre reportó la desaparición de las niñas el 30 de mayo. Contactó a las autoridades después de que el padre no devolviera a las chicas tras una visita programada. Además, Decker ignoró completamente sus llamadas telefónicas.
Antecedentes de violencia doméstica
Tres días después del reporte, los cuerpos fueron encontrados cerca del vehículo del sospechoso en un campamento en Rock Island. La ex pareja, casada durante siete años, había establecido un acuerdo parental en septiembre del año anterior.
Este acuerdo establecía que Decker debía buscar tratamiento para problemas de salud mental y realizar terapia. Los motivos incluían episodios de ira y violencia doméstica documentados. Sin embargo, él nunca cumplió las determinaciones del acuerdo judicial.
