Los investigadores pueden haber dado un paso sin precedentes en la historia de la percepción visual: la identificación de una tonalidad que nunca había sido percibida por el ojo humano. La hazaña se logró mediante un minucioso experimento con láseres, revelando una tonalidad que desafía los límites de la ciencia del color y plantea nuevas preguntas sobre la forma en que vemos el mundo.
El descubrimiento se detalla en un artículo publicado en la revista Science Advances. Según los científicos, el nuevo color -llamado provisionalmente «olo»- surgió al aislar la activación de un tipo específico de células de la retina, los conos M, que normalmente reaccionan a los tonos verdes. Al estimularlas de forma muy precisa, sin interferencia de otras células sensibles a la luz, los investigadores observaron un color azul verdoso que nunca antes se había descrito.
El curioso nombre «olo» hace referencia al código binario «010», utilizado en el experimento para representar la activación exclusiva de estos conos. A diferencia de cualquier tono reproducido en los sistemas de color tradicionales -como RGB o CMYK-, el nuevo color no puede crearse mediante mezclas de luz o pigmentos físicos.
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Aunque los resultados son prometedores, los autores del estudio evitan afirmar con certeza que se trata de un color verdaderamente nuevo. Aún existen dudas sobre si la percepción registrada representa un matiz independiente o una variación extrema de colores ya conocidos.
Las implicaciones son enormes. De confirmarse, el descubrimiento podría transformar nuestra concepción de la visión humana, abrir nuevas puertas al diseño digital e incluso impulsar avances en la creación de dispositivos visuales que amplíen los límites de lo que podemos ver.