Lo que se suponía que iba a ser una actividad turística en medio de los paisajes montañosos de Jammu y Cachemira, en el norte de la India, acabó en pánico y horror. Un turista que se lanzaba en tirolina en un parque de la región de Pahalgam el pasado martes 22 de abril acabó grabando sin saberlo un atentado terrorista mientras descendía sujeto al cable de acero con una cámara sujeta a un palo selfie.
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La escena, que circula por las redes sociales, muestra al hombre sonriente, con casco y gafas de sol, mientras dispara al aire. Sin embargo, de fondo se oyen disparos y se ve a gente corriendo desesperada. Al final del vídeo, llama la atención el sonido de disparos más intensos, seguido de la imagen de un turista cayendo al suelo.
El autor de la grabación es Rishi Bhatt, residente en Ahmedabad, que iba acompañado de su mujer y su hijo. Dice que sólo se dio cuenta de la gravedad de la situación cuando llegó al terreno y vio la conmoción. “Corrimos a refugiarnos con otros turistas. Había una especie de foso donde todo el mundo se escondió”, declaró a ANI.
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Según Bhatt, el intercambio de disparos duró unos diez minutos. Justo cuando el grupo intentaba abandonar el lugar en dirección a la puerta principal, comenzaron de nuevo los disparos. “Vimos cómo disparaban a entre 15 y 16 personas justo delante de nosotros”, dijo, y añadió que fue un guía local en poni quien les ayudó a salir de la zona de peligro.
El ataque dejó 26 muertos, según las autoridades indias. La acción se atribuyó a militantes armados que abrieron fuego contra civiles. Aún no se ha confirmado la identidad de los atacantes, pero la región está marcada por décadas de inestabilidad y la presencia de grupos separatistas que abogan por la independencia o la anexión del territorio a Pakistán.
El atentado tuvo lugar al mismo tiempo que el primer ministro Narendra Modi recibía al vicepresidente estadounidense JD Vance en visita oficial. En un comunicado, Modi calificó el atentado de «barbarie» y prometió que se atraparía a los responsables. Vance también expresó su pesar y simpatía por las víctimas.
Los testigos denunciaron escenas de brutalidad. Un guía afirmó haber rescatado a los heridos con la ayuda de caballos. Otro hombre, que prefirió no ser identificado, describió el momento en que los pistoleros salieron del bosque y empezaron a disparar a los hombres del campamento. “Parecía que sólo apuntaban a los hombres. Algunos cayeron con un solo disparo. Otros recibieron varios. Fue como una lluvia de balas”.
