Los científicos del acuario Kaikyokan en Shimonoseki, Japón, implementaron una solución innovadora para abordar problemas de comportamiento en un espécimen de pez luna (Mola mola). El ejemplar mostró signos de deterioro en su salud durante un período de renovación del establecimiento cuando no recibía visitantes humanos. El personal del acuario determinó que el pez luna, conocido por su naturaleza sociable, había desarrollado síntomas de aislamiento social que afectaban negativamente su bienestar físico.
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Los biólogos inicialmente consideraron factores médicos convencionales cuando observaron que el pez había dejado de consumir medusas, su alimento principal, y exhibía comportamiento de frotamiento persistente contra las paredes del tanque. Después de descartar parasitosis y trastornos digestivos, un miembro del equipo postuló que los síntomas podrían estar relacionados con la ausencia de interacción humana durante el cierre temporal del acuario.
Para mitigar el problema, el personal instaló representaciones de visitantes humanos en forma de fotografías de rostros adheridas a uniformes colocados frente al tanque del animal. Esta implementación buscaba replicar la presencia de observadores a los que el ejemplar estaba habituado. Según la información publicada por el acuario en sus plataformas de comunicación, la intervención produjo resultados positivos inmediatos, con mejoras visibles en el comportamiento del pez al día siguiente.
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Características del espécimen
El ejemplar en cuestión tiene dimensiones considerables aunque moderadas para su especie: 80 centímetros de longitud y 30 kilogramos de peso. Estos parámetros son significativamente inferiores a los registrados en otras especies de la familia Molidae, particularmente en comparación con el récord de 2.7 toneladas documentado en un espécimen de Mola alexandrini. El pez luna de Kaikyokan ha demostrado comportamiento interactivo, según informó Mai Kato, miembro del personal del acuario, quien destacó la curiosidad del animal y su tendencia a aproximarse a los visitantes.
Repercusión pública
La historia ha generado considerable interés en medios de comunicación y plataformas digitales. Visitantes previos del acuario han compartido documentación audiovisual de sus interacciones con el pez, evidenciando comportamientos que parecen manifestaciones de reconocimiento. El establecimiento no ha especificado la fecha prevista para retirar los modelos de visitantes artificiales, mientras que numerosas personas han expresado interés en conocer al espécimen personalmente cuando el acuario reanude sus operaciones regulares.
Esta situación ilustra importantes consideraciones sobre las necesidades psicosociales en especies marinas de comportamiento complejo, sugiriendo que las necesidades de socialización pueden extenderse significativamente más allá de los mamíferos terrestres tradicionalmente reconocidos por sus capacidades sociales.