Tras un cambio inesperado en su estrategia, Estados Unidos ha decidido restablecer el suministro de inteligencia y asistencia militar a Ucrania. La decisión llega luego de que Kiev aceptara respaldar una propuesta de alto el fuego de 30 días con Rusia, en lo que parece ser un intento de Washington por redibujar las líneas del conflicto.
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El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció desde Arabia Saudita que la propuesta será presentada a Moscú, dejando la pelota en el tejado del Kremlin. Este movimiento refleja la presión internacional para encontrar una pausa en la guerra, aunque aún está por verse cómo responderá Rusia.
La reactivación del apoyo estadounidense pone fin a un periodo de incertidumbre que dejó a Ucrania en una posición delicada, obligándola a reorganizar sus defensas sin respaldo clave. Mientras tanto, Kiev no ha bajado el ritmo y ha intensificado sus ataques con drones en el territorio ruso, alcanzando Moscú en su mayor operación aérea hasta la fecha.
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Con Europa evaluando su papel en la seguridad de Ucrania y las piezas del ajedrez diplomático moviéndose a toda velocidad, el desenlace de esta nueva fase del conflicto sigue siendo impredecible.
