El Partido Liberal de Canadá designó este domingo 9 de marzo a Mark Carney como su nuevo dirigente y próximo jefe de gobierno, quien relevará a Justin Trudeau en un momento de crecientes fricciones diplomáticas con la administración Trump en Estados Unidos.
Con un contundente respaldo del 85,9% del electorado interno, según informó Sachit Mehra, presidente de la formación liberal, el exbanquero de 59 años superó ampliamente a la exministra de Hacienda Chrystia Freeland, quien apenas consiguió un 8% de los sufragios.
La toma de posesión oficial de Carney como primer ministro está prevista para los próximos días, una vez completada la transición gubernamental y constituido el nuevo gabinete.
“No podemos permitir el triunfo de Trump“, manifestó Carney durante su alocución tras conocerse los resultados en Ottawa.
“Los estadounidenses ambicionan nuestro territorio”, agregó, subrayando la necesidad de que Canadá “desarrolle un nuevo modelo económico y establezca vínculos comerciales alternativos” ante la creciente hostilidad mostrada por el mandatario estadounidense Donald Trump.
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Carney figuraba como candidato principal desde que en enero se anunció la dimisión de Trudeau, quien abandonó tras una década al frente del ejecutivo en medio de una profunda crisis política.
El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, que logró una recaudación de campaña superior a la de sus competidores, deberá ahora gestionar las confrontaciones con Trump y sus constantes provocaciones.
“Afrontamos la amenaza más seria de nuestra historia. Toda mi trayectoria me ha preparado precisamente para este desafío”, declaró Carney durante su último acto electoral celebrado el viernes.
Con estas palabras buscaba proyectarse como un líder curtido en la gestión de situaciones críticas, un mensaje que ha reiterado durante toda su campaña y que parece haber conectado con el electorado en el contexto de tensiones sin precedentes con su vecino.
La administración Trump no solo ha desatado una guerra comercial contra sus socios del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), sino que ha llegado a sugerir que Canadá debería convertirse en el estado número 51 de la unión americana.
Tales declaraciones han indignado a numerosos canadienses, muchos de los cuales han decidido cancelar sus viajes a Estados Unidos y participar en boicots contra productos estadounidenses.
La fortaleza de Carney radica en su “rigor y experiencia económica”, según explica Stéphanie Chouinard, catedrática de Ciencias Políticas en el Real Colegio Militar de Canadá.
“Posee un conocimiento profundo de los mecanismos financieros internacionales y de las fortalezas y vulnerabilidades de la economía canadiense”, añadió. Además, ha logrado establecer una imagen diferenciada respecto a Trudeau.
El nuevo líder deberá unificar las filas del partido ante las próximas elecciones generales, que deben celebrarse como máximo en octubre, aunque podrían adelantarse.
Los liberales, que habían caído en desgracia por ser señalados como responsables de la escalada inflacionaria y la crisis habitacional canadiense, se encontraban más de 20 puntos por debajo en los sondeos de enero, aunque actualmente han conseguido equipararse con los conservadores.
Según un estudio de opinión publicado por Angus Reid el miércoles, Carney se perfilaba como el candidato preferido para hacer frente a Trump, con un respaldo del 43% frente al 34% que obtendría el dirigente conservador Pierre Poilievre.
