El presidente Volodymyr Zelensky ha puesto sobre la mesa una propuesta audaz: el intercambio directo de territorios entre las naciones beligerantes, condicionado a la mediación estadounidense del expresidente Donald Trump.
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La propuesta surge en un momento crítico del conflicto, con Ucrania manteniendo control sobre una porción estratégica de la provincia rusa de Kursk, mientras Rusia ocupa extensas áreas de cuatro regiones ucranianas, incluyendo la península de Crimea, anexada hace una década.
En declaraciones al The Guardian, Zelensky mantuvo una postura cautelosa sobre los detalles específicos del intercambio territorial, enfatizando la importancia equitativa de todas las regiones ucranianas. Sin embargo, su mensaje fue claro: está dispuesto a negociar bajo los auspicios correctos.
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El líder ucraniano complementó su propuesta con un mensaje directo a Washington, advirtiendo sobre la insuficiencia del apoyo europeo en solitario para garantizar la seguridad de Ucrania. Para reforzar su posición negociadora, Zelensky ofreció incentivos económicos significativos, incluyendo contratos de reconstrucción y acceso preferencial a recursos minerales estratégicos como uranio y titanio para empresas estadounidenses.
Esta iniciativa marca un posible punto de inflexión en el conflicto, combinando diplomacia territorial con pragmatismo económico, mientras busca asegurar el respaldo estadounidense en futuras negociaciones de paz.
