Fuentes, medallista olímpica de natación sincronizada, se dio cuenta rápidamente del problema y actuó sin demora. En cuanto alcanzó a Anita, la sacó a la superficie y la llevó al borde de la piscina, garantizando un rescate eficaz y seguro. La agilidad de la entrenadora evitó un trágico desenlace.
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Inmediatamente después de ser sacada del agua, Anita recibió asistencia médica en el borde de la piscina y fue trasladada en camilla para una evaluación más detallada. A pesar del susto, la nadadora se recuperó bien y, aunque terminó la competición en séptimo lugar, lo más importante era su seguridad e integridad física.


