Elie Horn, fundador de Cyrela, ha decidido donar el 60% de su fortuna, estimada en miles de millones, con el objetivo de promover la caridad y la filantropía. A los 80 años, el multimillonario brasileño compartió su misión de contribuir a la sociedad, afirmando que el dinero es necesario para este fin.
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“Para eso se necesita dinero”, enfatizó el empresario, que también bromea: “Dios es mi socio. Si quiere que haga obras de caridad, necesito ganar dinero”. Cyrela, la mayor constructora de lujo de Brasil, prevé facturar este año unos 1.579 millones de euros.
La decisión de donar gran parte de su fortuna se atribuye a su religiosidad. Judío, Elie Horn se inspiró en las enseñanzas de su maestro religioso, Menachem Mendel Schneerson, que le guió para animar a otros empresarios a seguir el camino de la caridad.
Para ampliar el impacto de su misión, Elie creó el proyecto Think Tank do Bem, que reúne a 25 empresarios, entre los que figuran nombres como Fabio Barbosa (CEO de Natura&Co), Ellen Gracie (ex jueza del Tribunal Supremo) y Guilherme Benchimol (fundador de XP Inc.), entre otros. El proyecto pretende promover iniciativas benéficas y de impacto social.
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“El bien es algo que da sentido a todo lo bueno que haces. Mientras tenga cabeza, salud y recursos, quiero hacer el bien hasta el final de mi vida, hasta mis últimos días”, declaró en una entrevista al diario Estado de S. Paulo.
Elie, siempre optimista y con una respuesta preparada, reveló que no tiene intención de dejar de trabajar. “No quiero parar, porque parar es morir. Si Dios me ha dado fuerzas para producir, soy un cobarde si no lo hago. Tengo dos placeres: la lectura y la filantropía”, afirmó.
El empresario subrayó que el objetivo de su vida es ayudar al prójimo. “La caridad es compartir algo con los que tienen menos recursos que tú”, dijo. Y concluyó con una reflexión: “Si alguien no tiene nada y tú tienes más, no dar es muy egoísta”. Más que egoísmo. Es no ocuparte de tu propia existencia.
